El compost es como el humus, esa capa rica en nutrientes y microorganismos que se encuentra en la parte superior del suelo, pero con la diferencia de que el compost se obtiene de manera controlada, reuniendo material orgánico para que se descomponga. Durante miles de años, la gente ha utilizado el compost como abono natural, […]
El compost es como el humus, esa capa rica en nutrientes y microorganismos que se encuentra en la parte superior del suelo, pero con la diferencia de que el compost se obtiene de manera controlada, reuniendo material orgánico para que se descomponga.
Durante miles de años, la gente ha utilizado el compost como abono natural, ya que es muy eficaz para revitalizar suelos degradados. ¿Te gustaría probarlo en casa para abonar tus plantas? ¡Es muy fácil! Solo necesitas construir una compostera casera.
Importancia del compostar en casa
Al hacer compostaje en casa, no solo obtienes abono para tus plantas, también estás contribuyendo significativamente a la lucha contra el cambio climático. ¿Cómo? Evitando que residuos orgánicos se descompongan en los vertederos, lo que produce gases de efecto invernadero altamente contaminantes.
De hecho, de acuerdo con estimaciones de expertos, si solo el 38% de los chilenos compostaran, en 2030 se lograría una reducción del 30% de esas emisiones de gases nocivos.
¡Así que manos a la obra!
Tipos de composteras
Puedes tener tres tipos de composteras en casa:
- Un pozo en el suelo donde arrojar los residuos orgánicos.
- Un montón de residuos en algún lugar del patio o jardín.
- Un contenedor de plástico, madera o metal, adecuado para el compostaje.
Como las dos primeras composteras que mencionamos pueden ser complicadas si vives en un departamento, te enseñaremos cómo hacer la del contenedor, que se puede adaptar a cualquier espacio.
¿Cómo hacer una compostera fácil?
1. Elige un contenedor
No tiene que ser nada especial ni sofisticado. Puedes usar un balde o un cajón de madera tratada. Si tienes un cajón de madera de frutas, puedes revestir el interior con una tela metálica o malla para que los desechos no se caigan. Cualquiera sea lo que elijas, fíjate que tenga tapa.
2. Prepara el contenedor
Tienes que realizar pequeños orificios en toda la base del contenedor para permitir la ventilación del compost y el drenaje de los excesos de humedad.
3. Instala una bandeja recolectora de líquidos
Debajo del contenedor, debes poner una bandeja que recoja los líquidos o lixiviados que escurrirán por los agujeros que abriste en el paso anterior.
4. Pon tu compostera en el lugar ideal
Es importante que la pongas en un sitio ventilado, con buena sombra y lejos de la humedad excesiva.
5. Agrega la primera capa de materiales (secos)
¡Ha llegado la hora de empezar a preparar el compost! Lo primero que debes hacer es acomodar materiales secos en el fondo de tu compostera. Pueden ser hojas de árbol, ramitas, paja, aserrín o hasta papel triturado.
6. Empieza a depositar materia orgánica
¡Listo! Ahora vas con los componentes del compost que son verdes, húmedos o frescos. Pueden ser cáscaras de huevos, sobras de frutas y verduras, café, follaje, madera y hasta carne, piel y huesos (pero sin cocinar).
Los expertos recomiendan que la cantidad de materiales húmedos sea el doble de los componentes secos. Y nunca, pero nunca, agregues metales, comida cocinada, alambres, vidrios, cenizas frescas, cauchos ni restos sintéticos.
7. Mezcla y humedece todo
Con un rastrillo o tus propias manos, revuelve el material. A media que lo haces, agrega agua, evitando encharcar la compostera (los excesos de humedad pudren el material).
8. Mantén al día tu compostaje
Ahora ya sabes cómo hacer una compostera fácil. Solo te queda revolver el material de vez en cuando. Esto hará que le llegue oxígeno a los microorganismos que están realizando el compost, mientras evita los malos olores.
Un tip importante es triturar o cortar los desechos antes de agregarlos a la compostera. Esto ayuda a que el proceso de descomposición sea más rápido.
9. ¡Disfruta tu compost!
El tiempo necesario para compostar varía según los componentes del compost, las condiciones ambientales y la frecuencia con la que se revuelve. Sabrás que está listo cuando tenga una apariencia homogénea y un agradable olor a tierra fresca.
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